UFA

12.12.2009 11:08

 

¡UFA!

Carta abierta a la comunidad estudiantil

U.F.A. (Unión Federal de Alumnos)

Queridos compatriotas:

                                            Nos mueve a escribirles las reiteradas discriminaciones que hemos sufrido a causa de nuestro accionar. Nuevamente, queridos colegas, estamos aquí para defender nuestro sagrado… ¿qué sagrado?, ¡nuestro SUPREMO derecho a la protesta! Ahí está.

                                           Creemos profundamente que nuestro acto es la base de esta Nación y de nuestro futuro. Sin ella no tendría sentido la amenaza de la sopa, de los deberes, de las tías molestas. Ni siquiera nuestros padres podrían intimidarnos con mandarnos al médico o a la escuela (la cual consideramos esencial en nuestro crecimiento hacia una Patria más digna). Estos recursos son fundamentales para ellos a la hora de criarnos. Sino, no sabrían qué hacer los pobres con nosotros si no llegásemos a realizar algún tipo de escándalo por algún motivo. Por eso estamos a favor de reclamar nuestro venerable derecho a la protesta.

                                          Este hecho, correligionarios, es lo que caracteriza a nuestra niñez. Creemos que sin un humilde y resonante reclamo, las cosas que hacemos no tendrían valor alguno. De qué serviría que nuestros padres nos lleven al dentista sin que nosotros hagamos algún tipo de berrinche. ¿Se imaginan?

-Querido hijo, recuerda que hoy tienes que concurrir a tu dentista para extraerte tres muelas.

-Claro, querido padre, ya he terminado de bañarme así tú y el dentista me encuentran aseado y bien limpio como se caracteriza a un buen y sano niño.                                       

                        ¡Qué espanto, qué horror, Dios mío! ¿Dónde queda entonces la niñez? Esto atenta contra todos los derechos de los niños del mundo. Se tendrían que reescribir todos los libros de psicología que hablan de nosotros. Pero aclaramos una cosa: no estamos en contra de hacer nuestras tareas, ni de hacerle caso a nuestros padres. No. Entendemos que sin nuestras protestas, lo que hacemos no tiene valor alguno. ¿Qué padre querría tener un niño obediente y aburrido?

                                      También, queremos que esto se incluya en la Declaración de los derechos del niño: Todo niño tiene derecho a protestar frente a cualquier tarea que se le presenta, ya sea que venga de sus padres, maestras, amigos, tíos o cualquier tipo de familiar, vecinos e incluso enemigo. El niño luego deberá realizar esa tarea, pero no sin antes dar una buena, contundente, explícita y exacerbada protesta.

                                     Aquí les damos algunos recursos a la hora de nuestra lucha:

-¡No quiero!

-¡Más tarde, ahora no!

-No tomo la sopa ni que me la hagas tomar por la oreja.

-Si como las espinacas entonces no hago los deberes.

-¡Antes de bañarme prefiero revolcarme en la tierra del jardín!

                   Por eso, queridos compañeros de lucha, exijamos nuestra cuota diaria de protesta para que nuestra niñez tenga el valor que se merece.

                  Atentamente,

         Franco Nóes

(Presidente de U.F.A.)

 

                                                                                                               Maximiliano Fornari

                                                                                                                        11/11/09

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