Cuando estoy triste

15.11.2009 20:53

Cuando estoy triste, no me gusta dibujar como otros días. Ni me gusta que me obliguen en la escuela a hacer esas tareas aburridas.

Cuando estoy triste, mi perro Pequitas siempre se da cuenta. Cuando llego del colegio viene corriendo a saludarme, pero no me salta como cuando estoy contento sino que se acerca con mucho cuidado y se mete entre mis piernas.

Cuando estoy triste, se me llenan de nubes los ojos. De esas nubes que están cargadas de agua y que de tan pesadas se caen.

Cuando estoy triste, siento que ella está más lejos que antes. Arranco una hoja de mi cuaderno y hago un corazón con dos letras. Lo guardo en mi bolsillo para que ni la maestra ni mis amigos lo vean. Cierro los ojos y no pienso en estar contento.

La tristeza es algo que llega, te invade y ya. Como esas películas que son tan tristes que uno no quiere dejar de verlas. Nadie piensa en cortar el final para ver una comedia. Yo tampoco. Y no es que me gusta estar triste sino que a veces no quiero dejar de estarlo.

Cuando estoy triste, ella se desvanece y se pierde entre todo lo que rodea al mundo. El brillo de su pelo y sus hebillas se opaca y se aleja. Pienso en ser una hormiguita que se escabulle dentro de su cuaderno, jugar con sus letras, sentir la presión de su lápiz, los colores que usa.

Cuando estoy triste, me pongo a contar las maderas del techo de mi cuarto. Hago los deberes de la escuela sin hacerlos. Yo no estoy allí, sólo el lápiz escribiendo solo y el cuaderno ofreciendo sus páginas. Juegan al fútbol la pelota y mi zapatilla, y casi nunca hago gol. Miro al cielo y me gustaría que ella también lo este mirando en ese momento.

Sus compañeras de grado se ríen cuando salgo al recreo. Yo más bien estoy tan triste que no sé qué es lo gracioso. Sé que un día de estos voy a tomar coraje, me voy a disfrazar de Superman por dentro y le voy a decir que se case conmigo. Ahí no van a poder reírse más sus amigas. Voy a hacer yo mismo una corona de margaritas y va a ser la niña más hermosa del mundo. Y su perfume a flores se va a dispersar por todo el mundo.

Me llaman a comer. Mañana volveremos al colegio mi tristeza y yo. Y ella me estará esperando, tan ausente como yo.

Maximiliano Fornari         

        11/11/09

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